EDIFICIO DE VIVIENDAS
Obra construida
Año: 1998
Situación: Calle Fernández de la Hoz 45, Madrid
Programa:
Edificio de viviendas
Arquitectos:
Javier Galante, en colaboración con Francisco Rodríguez Acosta
Fotografía:
José Couto / Carlos de Miguel
Promotor:
Privado
Superficie construida:
3.083,86 m2
Existe un claro conflicto de alturas y volumetría entre los dos edificios que se sitúan a un lado y otro del nuestro. Este conflicto se resuelve escalonando el nuestro de forma que cubra completamente el lienzo medianero del edificio al que nos adosamos y desde ahí se produzca un descenso de alturas que acompañado por dos quiebros de cornisa nos lleve a una altura equivalente a la de la Basílica. Al mismo tiempo este juego de cornisas nos traslada desde la organización vertical adosada a la medianería, hasta otra de marcado carácter horizontal que evoca las alturas y composición volumétrica de la Basílica.
Por darle un carácter más acusado a la solución planteada ,esta medianería de nuestro edificio se retira del linde de la parcela, en una distancia que oscila entre los 10,5mts. y los 5,50mts de forma que alejándonos de la Basílica (la menor distancia, en cualquier caso es de 20 mts.) procuramos que no entren en conflicto dos edificaciones de muy distinto carácter. Ello a su vez, nos lleva a tratar nuestra medianería izquierda como una tercera fachada del edificio, fachada en la que una vez adecuada su volumetría a la de la girola de la Basílica solo nos reste organizarla de forma que remate nuestro edificio, potencie la continuidad de orden con la Basílica y dignifique el espacio que en un futuro se pueda crear entre uno y otra.
Con este fin en mente se estructura un primer cuerpo que nos viene condicionado con anterioridad y que es la basa del edificio que con la misma altura que el primer cuerpo de la Basílica nos da una primera línea de cornisa que relaciona los edificios de todo este lado de la manzana, desde la calle José Abascal hasta la calle García de Paredes. La transición entre la basa y el resto del edificio se realiza mediante una balconada corrida que además nos sirve para rematar, formalmente, la balconada de nuestro edificio medianero.
Sobre esta balconada y para subrayar el respeto con el que nuestro edificio se acerca a la Basílica, en un intento de desmasificarlo se retranquea la fachada, de forma que solo quede patente y señalada la estructura. El paño que se retranquea pasa a ser el fondo sobre el que se desarrolla la escena, neutro. Por acentuar esta neutralidad de los paños de fachada retranqueados el edificio adopta el mismo material de acabado que la Basílica, ladrillo visto marrón oscuro.